Más conocido com «El Balón dorado» prefiere una exposición de semi-sombra evitando los rayos de sol directo en las horas centrales del día. No les gusta el frío ni las heladas por lo que es mejor que la temperatura no baje de los 7 ºC.
El suelo debe tener un buen drenaje para lo cual serviría una mezcla, a partes iguales, de turba rubia, arena gruesa silícea y mantillo de hojas muy descompuesto. En caso de trasplante conviene hacerlo en primavera.
En verano necesitan algo más de agua que otros cactus pero es mejor esperar a que se seque la tierra antes de regar. En invierno entran en reposo por lo que no se regarán.
No necesitan de abonos ni de poda.
Si el verano es muy caluroso pueden ser atacados por pulgones y cochinillas algodonosas. Si nos excedemos con el riego se puede pudrir la planta.
Se propagan a partir de los hijuelos que la propia planta produce puestos a enraizar en verano en semisombra y mediante semillas sembradas en primavera.
Maceta N.8